El sector agroalimentario chileno enfrenta distintos desafíos relacionados con sustentabilidad, debiendo adaptarse a un escenario complejo de sequía, degradación de suelos y efectos del cambio climático. Diversas son las áreas en las cuales se enfoca el Programa Chile Origen Consciente (ChOC), como una herramienta que permite abordar estas dificultades mediante la incorporación de estrategias de gestión que integran el ámbito social, ambiental y económico, además de temáticas de calidad, administración y ética.
Para conocer más sobre cómo la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del Ministerio de Agricultura trabaja en ésta y otras iniciativas para impulsar la sustentabilidad como atributo diferenciador en la producción de alimentos, conversamos con su directora, Andrea García, quien profundizó en ChOC y en cómo éste ha impulsado la co-construcción e implementación de estándares de sustentabilidad en los sectores lácteo, porcino, avícola y ciruelas deshidratadas, donde los tres primeros estándares se encuentran actualmente en proceso de certificación.
– ¿Qué desafíos tiene Odepa en el ámbito de la sustentabilidad y cómo estima que el Programa Chile Origen Consciente (ChOC) aporta concretamente al cumplimiento de los mismos?
Actualmente, uno de los mayores desafíos para el sector agroalimentario es dejar de abordarlo solo desde la mirada de la producción y entender que está estrechamente vinculado con el ambiente donde está inmerso, incluyendo las comunidades y el medioambiente. Al mismo tiempo, debe adaptarse a uno de los escenarios más complejos en materia medioambiental: enfrentamos una sequía de más de 13 años, la degradación de los suelos, sumado a los efectos del cambio climático, donde la agricultura se ve particularmente afectada por la variabilidad del clima. Todo esto impacta también en la seguridad alimentaria.
Particularmente, el Programa Chile Origen Consciente, es una herramienta que permite, a través de la articulación público – privada abordar estas dificultades y complejidades vinculadas a la conformación de sistemas alimentarios sustentables, mediante la incorporación de estrategias de gestión que integran el ámbito social, ambiental y económico. El programa incorpora elementos de calidad e inocuidad, relación con comunidades locales, condiciones de trabajo y protección social, bienestar animal, recursos hídricos, recurso suelo, emisiones GEI, manejo de residuos, biodiversidad y gestión económica, entre otros.
-¿Cuál es la estrategia de Odepa para impulsar la sustentabilidad como atributo diferenciador en la producción de alimentos elaborados en Chile?
Actualmente, la ciudadanía está mucho más consciente de los impactos que generan los sistemas alimentarios en el medio ambiente y la sociedad. En este sentido, los aspectos vinculados con la sustentabilidad cobran cada vez más relevancia en mercados. Esto se evidencia no sólo en las discusiones de escala multilateral a nivel internacional, sino que permea también la cotidianeidad de los consumidores al influir en sus decisiones de compra, donde ciertos segmentos dan una mayor valoración a aquellos productos que provienen de cadenas que son más responsables.
En este sentido, desde Odepa trabajamos en distintas estrategias. Por un lado, para guiar el accionar del Estado en materias de sustentabilidad y soberanía alimentaria, y por otro apoyar a los sectores productivos hacia una transición hacia sistemas más sustentables y resilientes, así como ser reconocidos por sus avances, incorporándolo también en una imagen país que así lo reconozca.
Lo anterior representa una oportunidad para nuestro país, ya que desde hace más de una década somos reconocidos como un proveedor de alimentos inocuos y de calidad. Hoy contamos con las condiciones para posicionarnos como un país proveedor de alimentos que se hace responsable de los impactos de su actividad agroalimentaria y que está alineado con la demanda de las y los consumidores en Chile y en el exterior.
-Bajo su mirada, ¿cuáles han sido a la fecha los principales avances en cuanto a la implementación de buenas prácticas en el sector agroalimentario chileno y particularmente en el de las carnes blancas y lácteo, que están colaborando directamente en el fomento de una economía sustentable?
El Programa ChOC contempla el diseño e implementación de Estándares de Sustentabilidad certificables para cada subsector agroalimentario, mediante un trabajo coordinado con sus asociaciones gremiales. El resultado es un estándar validado por los diferentes grupos de interés, que busca promover y reconocer la implementación de prácticas sustentables. De este modo, el Programa ChOC, a través de una distinción de un sello, busca reconocer cuáles son las empresas que voluntariamente asumen el desafío de producir sustentablemente.
En este proceso, son claves las asociaciones gremiales, facilitando la transferencia tecnológica, y entregando la orientación técnica para una adecuada implementación de los estándares y cursos de capacitación para el sector, que incluso contemplan la generación de competencias para auditores sectoriales.
Lo mencionado es un tremendo avance a nivel sectorial, ya que, no sólo se identifican buenas prácticas, sino que, a través del Programa, se co-construye un estándar que aborda brechas y establece estrategias de apoyo para avanzar hacia metas concretas en materia de sustentabilidad.
Durante el 2022 se trabajó en la implementación de estándares de sustentabilidad de los sectores lácteo, porcino y avícola, los que se encuentran en proceso de certificación. Se espera poder avanzar prontamente en más sectores, como el de ciruelas deshidratadas.